A medida que fue transcurriendo la primera mitad del siglo XX, la cámara fotográfica adquirió gran protagonismo como herramienta de reportaje, creadora de fuentes documentales, testimonio vivo del padecimiento humano asociado a las dos guerras mundiales y a los conflictos que prepararon el ambiente para su respectivo desencadenamiento. Fue a través de las fotografías publicadas en los medios de prensa circulantes en las grandes metrópolis que el mundo conoció de primera mano el dolor, la angustia, la hambruna, la desolación y el paso arrasador de la muerte por los campos de batalla que se erigieron en el marco de aquellas masivas masacres.
Rene Burri, incursionó en el mundo de la fotografía periodística en el periodo de post guerra, y ejerció su labor documentando con gran interés a referentes del panorama artístico, como pintores, actores, músicos, arquitectos, pues fue cercano a los talleres de Picasso, Giacometti, así como tuvo la oportunidad de captar retratos de Oskar Kokoschka, Oscar Niemeyer, Luis Barragán, Yves Klein, entre otros.